Un examen esencial para la detección del cáncer de mama, la mamográfica trae consigo muchas preguntas. ¿Qué pasa con su progreso, seguridad, confiabilidad? Aquí las respuestas.
Solo el 52%
de las mujeres de 50 a 74 años participan en pruebas de detección de cáncer de
mama organizadas. A esta cifra hay que sumar el 10-15% de mujeres que prefieren
un trato individual. Es cierto que los estudios han sembrado la duda. Para ver
más claro sobre este imprescindible examen, las explicaciones de nuestros
expertos.
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1. Solo la mamografía detecta ciertas anomalías
La
mamografía -exámenes de rayos X- es capaz de detectar microcalcificaciones,
pequeños depósitos de calcio en el seno que pueden indicar el comienzo de un
cáncer. Estas lesiones muy pequeñas (menos de 1 mm) son difíciles de localizar
a la palpación.
Otras
anomalías se detectan únicamente en mamografía (asimetría de densidad, distorsión
arquitectónica, etc.).
2. La mamografía complementa la palpación mamaria sin sustituirla
Una
radiografía de mama ofrece una buena visión general. "Pero algunas áreas
permanecen más o menos ciegas, como la parte posterior del pezón o la parte
superior del seno", observa la Dra. Adriana Langer, radióloga del Centro
de Cáncer René-Huguenin en Saint-Cloud (92). Es por esto que se debe realizar
una palpación antes del examen.
3. Algunos senos son más legibles que otros
Los senos
densos, que contienen poca grasa, dan una imagen más difícil de interpretar. A
continuación, la mamografía debe complementarse con una ecografía.
Por el
contrario, los senos ricos en grasa dan una imagen contrastante, que resalta
las anomalías.
4. Son necesarios varios disparos
Durante un
examen de detección, se toman dos tomas: frontal y oblicua. Si se detecta
alguna anomalía, se realiza un perfil, para localizarla mejor.
En caso de
microcalcificaciones, se produce una imagen “aumentada”.
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5. Sí, comprimir el seno es útil
Durante el
examen, la mama queda atrapada entre dos placas. Nunca es agradable y, a veces,
doloroso. Sin embargo, esta compresión está justificada:
“Ayuda a
disociar las diferentes estructuras de la mama. En la imagen hay menos
superposiciones, lo que ayuda a detectar una posible anomalía”, explica el Dr.
Langer.
6. Una prótesis mamaria no interfiere con el examen
La
mamografía se puede realizar incluso en presencia de una prótesis mamaria, sin
riesgo de dañarla. En este caso, se toma una radiografía frontal adicional
(incidencia de Eklund), después de empujar ligeramente hacia atrás el implante,
para ver mejor la mama.
7. Los hombres también pueden hacer un mamografía
Aunque es
raro (menos del 1% de los casos), el cáncer de mama en los hombres también se
explora en la mamografía.
Hacemos un tiro oblicuo, como para una mujer
que tiene los senos muy pequeños. A menudo se puede lograr una imagen frontal”,
dice el Dr. Langer.
8. Una mamografía digital es mejor
De las
2.240 mamografías que hay en Francia, más del 80 % son digitales. La película
plateada tiende a desaparecer. El Dr. Langer ve varias ventajas:
“Con la
tecnología digital, nos deshacemos de muchos artefactos, por ejemplo, arañazos.
La calidad es más igual. La sensibilidad es mejor y el archivado es más fácil.»
La
tecnología digital puede ser destronada por la mamografía 3D (o tomosíntesis).
Este tipo de dispositivo no está autorizado para el cribado organizado. Pero
surge la pregunta. "Con la tomosíntesis, mejoramos el diagnóstico y la
comodidad de lectura del radiólogo", admite Frédéric de Bels, jefe del
departamento de tamizaje del Instituto Nacional del Cáncer.
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9. Tienes que conservar tus fotos
Siempre es
interesante comparar la imagen de un seno con varios años de diferencia. Por lo
tanto, los radiólogos recomiendan traer fotografías antiguas el día del examen.
10. Nos vamos con un balance
A la
paciente se le entrega un informe y el resultado de su mamografía según una
clasificación establecida por el colegio americano de radiología.
- ACR 1 significa normal.
- ACR 2: benigno.
- ACR 3: probablemente benigno, pero debe ser monitoreado.
- ACR 4: lesión indeterminada o sospechosa.
- ACR 5: anomalía sugestiva de cáncer.
ACR 4 y 5
implican exámenes adicionales. Como parte de la evaluación organizada, las
mamografías clasificadas 1 y 2 son revisadas en una segunda lectura por un
segundo radiólogo.
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