Cuando llegan los días más calurosos del año, siempre tratamos de resguardarnos del calor dentro de nuestras casas. Pero esto no siempre es posible: a veces nuestras casas están tan calientes que son incluso peores que los espacios abiertos.
Aunque el aire acondicionado es la solución
más rápida a este problema, no todo el mundo lo tiene o quiere tenerlo
encendido constantemente.
Por ello, te sugerimos algunos trucos y
consejos para mantener fresco tu hogar durante los días más calurosos, sin
tener que recurrir necesariamente a ventiladores o aire acondicionado.
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1. Ventilar la casa por la mañana
Esta operación es muy importante no solo
para permitir un cambio de aire, evitar malos olores y la formación de moho,
sino que es un truco fenomenal para mantener el aire fresco dentro de nuestras
casas.
La razón es sencilla: las temperaturas son
más bajas por la mañana, por lo que es el mejor momento para ventilar la casa y
permitir que entre aire nuevo. Deje las ventanas abiertas durante al menos
30-40 minutos.
2. Cierra las persianas
Por obvio que parezca, cerrar las persianas
de balcones y ventanas es importante para evitar que el calor (que no la luz)
entre por ellas.
Además de mantener el aire más fresco, este
truco nos permite ahorrar en aire acondicionado, ya que el ambiente se
calentará menos.
3. Aislar las ventanas
El aislamiento de las ventanas se asocia
con el invierno, ya que se lleva a cabo únicamente para evitar que el frío
entre por las grietas. Sin embargo, el calor también puede entrar y es
importante aislar las ventanas incluso en verano.
Si no puedes poner toldos, capaces de
bloquear los rayos del sol, puedes poner cortinas muy gruesas y grandes, de un
color capaz de repeler el calor como el blanco o el gris.
4. Evita encender las luces
Con las persianas bajadas, la visibilidad
disminuye, pero es importante evitar encender las luces, que pueden calentar
aún más la habitación.
Si no puedes instalar bombillas LED, que
calientan mucho menos, intenta dejar algunos destellos de luz a través de las
persianas.
5. Cambia las sábanas
Cambiar las sábanas una vez a la semana es
fundamental para mantener una buena higiene personal.
Pero el motivo también está ligado al
calor: las sábanas limpias suelen estar más frescas y por tanto nos garantizan
un mejor sueño.
6. Pon otras plantas
Las plantas dan color y frescura a nuestros hogares. Algunos de ellos pueden incluso refrescar el aire de la casa: es el caso de la areca, la dracaena y el phalangium.
Recuerda regar las plantas adecuadamente, es fundamental que ayuden a que la casa esté más fresca.
7. Usa ventiladores
Consumen mucho menos que el aire
acondicionado y, si se usan correctamente, pueden ser casi tan efectivos.
Llene una cubeta con hielo y colóquela
frente al ventilador; el resultado es similar al del aire acondicionado, como mostramos en la primera imagen de este articulo.
8. Usa extractores de calor
Los extractores no solo se utilizan para
evitar vapores, humos o malos olores en la cocina, sino que son ideales para
eliminar el calor.
Es fundamental encender el extractor sobre
todo mientras estamos cocinando. Recuerde limpiar los extractores con
frecuencia para evitar que la grasa obstruya los filtros o dañe el motor.
9. Evita usar el horno
Siguiendo la línea de los consejos
anteriores, te aconsejamos que evites un uso excesivo del horno.
La razón es obvia: el horno genera mucho
calor en la cocina, por lo que es más difícil mantener fresco el interior.
10. Deja entrar el aire durante la noche
El último truco para mantener tu casa
fresca es ventilarla incluso durante la noche. Las temperaturas son más bajas
por la noche y podemos aprovecharlas para refrescar la casa.
Por obvio que parezca, a menudo hay una tendencia a ignorar los consejos enumerados anteriormente, lo que da como resultado un hogar aún más cálido.
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